Almorzar o cenar en el restaurante de la Pousada es una experiencia verdaderamente inolvidable para los que visitan Óbidos.
La chef Cláudia Santiago conoce bien los
productos de la región:, los frutos suculentos de las fértiles tierras del oeste de Portugal, las verduras de cada estación, el pescado fresco de la costa y las carnes y embutidos tradicionales. Teniendo como punto de partida la
cocina portuguesa, crea recetas deliciosas que son también una fiesta para la vista, que se realza al servirse en el
ambiente romántico y medieval del castillo.
En un
escenario histórico y muy acogedor, enmarcado por
ventanas manuelinas, azulejos antiguos y vistas hacia el pueblo medieval, el restaurante apuesta por los productos endógenos tradicionales, con un enfoque en el que se realzan las tendencias del siglo XXI. La chef Cláudia Santiago combina como nadie los
…aromas, los sabores y las texturas, y sabe sacar el máximo partido de los
ingredientes más auténticos. Además, Telmo Oliveira, el gerente del restaurante, le aconseja los mejores vinos para maridar cada plato.
Empiece su experiencia gastronómica con, por ejemplo, una reconfortante sopa cremosa de mejillones, y continúe con queso de cabra frito en panko, ensalada ibérica y compota de frutos rojos.
Hay platos de
pescado, como el bacalao portugués al estilo del Rey D. Dinis; platos de
carne, como el pollo en cazuela de barro con patatas, cebolla perla, tomate, pedazos de beicon, embutidos y mostaza; y también platos
vegetarianos, pastas y ensaladas. Tierra de agricultura, el oeste de Portugal hace valer sus verduras, ya sea como plato principal o como guarnición, como los espárragos verdes, las cebollas rojas, los grelos, las chirivías, las patatitas o los tomates, entre otros, y que podemos disfrutar ya sean asadas, salteadas, guisadas, al vapor, en crema o en puré.
En cuanto a los postres, destaca la influencia de la
repostería conventual portuguesa, ya que la receta de Brisas do Lis se elaboró originalmente en las cocinas del convento de Santana, en Leiria, en el siglo XV. Estando en Óbidos, no podrá resistirse a la pera “rocha” del oeste borracha al vino de la región y a la
ginja de Óbidos, otra receta quinientista que utiliza el principal producto gastronómico del pueblo. También hay postres contemporáneos, como la tarta “tatin” de manzana, o la tabla de quesos portugueses para terminar la comida de la mejor forma.
Dependiendo de la estación, la Pousada también cuenta con el servicio de 2 bares.
El
bar do Castelo es ideal para contar historias durante los días de invierno, que pueden estar inspiradas en la armadura y en el baúl que decoran el espacio. Pida una bebida caliente y asómese a la ventana para disfrutar del precioso paisaje.
En el
bar da Esplanada, junto a la recepción, reinan las bebidas refrescantes para acompañar las charlas con otros huéspedes.