Alcácer do Sal tiene una magnífica característica: siempre se encontrará de camino a algún lugar. De camino al
interior
del
Alentejo; de camino hacia el
Algarve; de camino a
Lisboa; de camino a
Comporta... Su centralidad y
fácil acceso hacen que su estancia en Alcácer sea mucho más amplia que las murallas que rodean la Posada.
Pida sugerencias en la recepción: puede
montar a caballo en Comporta, visitar una
fábrica de piñones e incluso visitar el puerto de madera de Carrasqueira. O puede ir a la
piscina, al
bar o a dar un paseo por el
jardín. Haga lo que haga, será marcado por su deseo de explorar. Con
acceso gratuito a Internet de primera calidad en las zonas comunes, puede incluso viajar sin salir de la
sala de la chimenea en invierno o de la
terraza del claustro en verano.
No deje de visitar la
cripta arqueológica, donde encontrará vestigios de las grandes civilizaciones que ocuparon el lugar donde va a descansar. Si quiere disponer de los recuerdos típicos de la región, en la recepción de la posada encontrará el maravilloso
aceite de
oliva local, así como
productos de corcho, que es una de las principales industrias locales.